Super Famicom:

Esta versión es la que se consideraría (estándar). No acepta juegos que no sean de su región, pero eso no es ninguna pega, ya que toda la librería de SNES estuvo en la versión japonesa. Por lo demás no es muy diferente a la versión europea, por lo que si sabemos bastante de la europea, también sabremos bastante de la japonesa.
Super Nintendo (América)

Esta es la versión más diferente en casi todos los aspectos exteriores. Para empezar, este modelo no se vio fuera de América. Los cartuchos eran más alargados que los europeos y japoneses, por lo que meterlos en una SNES extranjera sería tiempo perdido. Por mala fortuna, no es compatible con los juegos de la versión japonesa, por lo que si querías jugar a un juego que solo se vio en Japón tenías que comprarte la Super Famicom. El diseño exterior es muy raro. En la SNES europea y Super Famicom había un solo botón, el de ON/OFF con semicírculo para ayudar su movimiento. En la SNES hay dos, para ON/OFF y para RESET, y el botón EJECT no sobresale de la consola. Los mandos no tienen los 4 colores de la marca de la consola, eran de 2 colores. Sin duda, los americanos tuvieron mucho tiempo libre para hacerle tantas modificaciones a la SNES.
Super Nintendo (Europa)

Esta versión solo cambia de la japonesa en que no se llama Super Famicom y que, por suerte, es compatible con todas las demás versiones. Con la japonesa solo bastaba con poner el cartucho (se nota que los europeos saben que habían juegos buenos en Japón), aunque para los juegos de la versión americana hacía falta un aparato bastante raro que permitía encajar los cartuchos de todas las versiones. Para jugarlo bastaba con poner el cartucho americano delante, el cartucho europeo detrás, ponerlo en la consola y encenderla. Por lo demás es igual a la versión japonesa.
Como podeis ver, las tres versiones son muy diferentes entre sí, aunque no he contado la SNES Jr. De todas formas, cada continente tuvo su propia versión y todos estuvimos felices jugando a esta mítica consola de 16 bits.