La saga de Donkey Kong Land fue una especie de alternativa para Donkey Kong Country, para los que no podían tener una SNES. La tercera entrega es, como todas las demás, un port de Donkey Kong Country para GB. El tercer DKL es un port de DKC3 con las limitaciones de la Gameboy.
Donkey Kong Land 3 salió en 1997 para Gameboy, siendo el tercer port de la saga de Donkey Kong Country para Gameboy. Es, posiblemente, el port más exacto de los tres de la saga de Donkey Kong Land, y uno de los mejores ports para Gameboy.
Los gráficos... no sé como explicarlo... parece que la combinación de 4 colores le ha sentado mejor que la extensa paleta de SNES. Las animaciones son exactamente las mismas que en la versión original, y los escenarios han sufrido el menor cambio posible.
No es nada nuevo. Si te sabes Donkey kong Country 3 al pie de la letra te sabes Donkey Kong Land 3 al pie de la letra y viceversa. Lo más destacable que puedo decir es que los pájaros dorados, las tiendas , el movimiento tándem y los puestos de juego han desaparecido, haciendo que sea más rápido y más difícil que el original. No es que se pueda decir mucho de este juego cuando no puedes decir mucho del juego original. Se puede decir cosa más, cosa menos. Como que el juego se hace más aburrido a pesar de ser más rápido y difícil debido a la falta de secretos y desafíos. Por lo demás, tiene toda la esencia de las sagas de DKC y DKL.
El sonido, tampoco encuentro una definición exacta. Solo puedo decir que a mi parecer, tiene mejor sonido que el original de SNES. Algunos se hacen un pelín insoportables, pero en general, este apartado quedó mejor que el juego de SNES.
Llegaron a corregir casi todos los bugs que contenía el juego de SNES, reduciendo los ataques de ira . Este juego contiene unos pocos niveles más que el original, quitando algunos que no podían funcionar en Gameboy.
Normalmente no suelo recomendar los ports, pero Donkey Kong Land 3 merece más la pena que Donkey Kong Country 3. Además, tiene la ventaja de que era portátil, y como siempre, la única excusa que tenías para no jugarlo, era de que no tenías pilas.