La lejana incógnita.

[Nataku]

La lejana incógnita.

-...¦Doctor Luc, disculpe doctor- Interrumpió el jefe de sección de área de investigaciones en 0G, la larga mirada perdida hacia la luna mas cercana con su frente sobre el cristal de la estación determinaba que estaba otra vez imaginando la vida antes del holocausto. De un lento despertar su mirada al ultimo se apartaba de su reflexión para poner su atención sobre la persona a su lado
-Sepa disculparme, estaba divagando en ideas e hipótesis personales- Llevando sus dedos sobre la base de su tabique cerrando fuertemente sus ojos un instante contestó
-Si...¦ dígame que a pasado.- Aferrándose a una parte de la esclusa hasta poder quedar en el mismo plano que la mirada del Doctor, este le entregó una planilla con datos sobre los últimos resultados de las anomalías estudiadas.
-Sobre su escritorio o mejor dicho su lugar de trabajo están las muestras que tomó, pensamos que serian un buen recuerdo de aquel viaje.- dijo el jefe con unos aires emotivos y en silencio le murmuró inclinándose levemente hacia el -Me debe una por esto, los de controles no dejan hacer este tipo de cosas sin esos tediosos papeleos, salude a su mujer de mi parte cuando lleguemos a Solaris.- Dicho eso prosiguió su viaje hacia el área de carga a seguir con unas operaciones de rutina, mientras el doctor seguía con su mirada hacia aquella distancia finalizada en el objetivo de sus recapacitares...¦
-¿Eh?... Pero...¦- Un pensamiento reflejado en sonidos cobraba espacio en el aire del pasillo, una reacción de combustión había surcado los cielos de punta a punta en la atmosfera de Diurna, la tercer luna de Kryoxia.
Sus ojos siguiendo un rastro que se desvanecía en la inmensidad de su visión quedaron atónitos, Sin perder tiempo deslizándose con un ligero impulso surcó el pasillo alcanzando rápidamente a su colega.
-Eh ¿Porqué tanto apuro por las muestras?- Sin advertir el ultimo comentario este en maniobras torpemente causadas por su apresuramiento por llegar hacia la cabina de rastreo de anomalías, en su camino una pila de papeles convertida ahora en una lluvia suspendida de desorden absoluto.
Al llegar a la parte sur del complejo, sus manos tocaron con firmeza la fría exclusa deteniendo su impulso perdiendo ligeramente su balance, este con sus pies anclados a una de las paredes abrió lentamente cada cierre de seguridad y quitó los sellos de vacío.
Al ingresar dentro de la habitación sus pulmones se estremecieron por el aire helado dentro de la misma. Ignorando esto, ingresó aun sabiendo el riesgo.
Sus dedos levantaron la tapa de seguridad del botón de encendido del mini laboratorio 6F. Su puño con firmeza presionó dicho botón dándose impulso hacia la silla de comandos del computador principal. Sin perder tiempo comenzó a tipear comandos sin percatarse al comienzo de que aun seguía en espera de carga el sistema...¦ Su palma en su rostro acompañó la expresión. -Idiota-
-Rápido...¦.rápido...¦no quiero esperar otro ciclo- Dijo en tono de impaciencia a punto de levantarse de la silla una llamada de emergencia del radio detuvo ligeramente su movimiento mientras se dirigía hacia el panel de censores. -¿Estás loco? Sal inmediatamente de ahí o vas a matarte cuando la inercia del arranque te golpee dentro...¦- Fueron las palabras del piloto.
Sin detenerse o mostrando señales de haber escuchado esto, tomó los controles del censor mas grande, la palanca de mando aun congelada sonaba como si estuviera llena de arena por los cristales de hielo formados. -Lo sé...¦lo sé...¦- Respondió sin distraerse.
-Sabes que vas a congelarte si aun sigues ahí dentro estás desperdiciando energía en los sistemas y en la calefacción que activaste al ingresar...¦-
Sus ojos en el monitor secundario, sus pies aun mal puestos debajo de la barra de hierro de estabilidad, -Vamos...¦vamos...¦ aparece ya...¦.- murmuró.
-Tienes 87 segundos antes de que se reinicie el comando de despegue, mas no puedo hacer por que desperdiciarás demasiada energía...¦- El dulce sonido del censor fijando objetivo...¦ nunca antes tanto gusto junto se había sentido dentro del doctor...¦
-Cancelé la calefacción, están llegando a su limite los generadores, el impulso es prioridad terminante...¦-
-Solo dame menos de un minuto, es todo...¦- dijo con nerviosismo por la ansiedad inminente. -Ya lo sabes, estás a tu riesgo, no puedo poner en peligro esta nave por tu negligencia...¦ 43 segundos...¦estas solo.- Dijo antes de cerrar mensaje.

-¡¡El calor es insoportable...¦!! ¿Quién es el bastardo que está sobrecargando los impulsores en un estado asi?- Dijo uno de los mecánicos a bordo de la estación en la sección de ingeniería. Tomándose de una de las sobresalientes vigas de soporte improvisadas de la ultima crisis por las mareas de fluctuaciones gravitacionales sin preocuparse mucho de su entorno en delicado balance.
-¡¡Cancela la maldita perdida d..e... (interferencia) e...¦nergía o tendré que pasar a manual y estaremos realmente jodidos a la deriva de nuevo!!- Dijo el ingeniero en el intercomunicador.
-¿Qué a sido esa interferencia?- respondieron desde la cabina del piloto hacia la sala de maquinas.
-¡¡Sala de ingeniería...¦respondan!!- El sonido del botón del intercomunicador, su eco tan siniestro en el vacío de la incertidumbre dando paso a algo inesperado...¦
Una terrible sacudida paralizó todo pensamiento y voces en el interior de la nave. Una cascada de alarmas en secuencias escalofriantes para ojos de un experto...¦
-¡Señor!...Ingeniería ya no existe...¦¿Qué es lo que sucede?...- Una llamada desde el laboratorio 4F daba el aviso.
Mensaje general: ...œEntramos en estado de alerta máxima, peligra la seguridad e integridad de esta nave. Prepararse para evacuación a nuevo aviso....

En cuestión de segundos, la atmosfera interior estaba conformada por montículos de archivadores de datos, objetos personales y personal tanto cientifico como tecnico estaban en camino hacia las capsulas...¦ Sin embargo todo tenía su orden aparente.

Una voz en el oído de Luc sonaba distante llena de ecos que la disipaban, a pesar de estar a medio metro gritándole uno de los ayudantes el doctor no caía en la realidad, su mente estaba enfocada en su totalidad en dos lugares, en su contador mental.
-Solo 16 segundos restan...¦- En sus pensamientos recitaba como un poema números en decrecimiento. Y en enfocar aquella anomalía tan escurridiza...¦ Una mirilla sobre la pantalla daba calculos con cientos de errores por resultados...¦
-Espacio menos tiempo sobre casualidad, rango de acierto...¦ Vamos vamos...¦no te escapes de nuevo...¦- Entre dientes respondía a su asustado ayudante que poco tenia que hacer en ese momento mas que dejarle el traje espacial a pié del doctor...¦
-Señor...¦ es todo...¦ no quiero dejarlo, pero la situación lo ejerce así.- Ultimas palabras de aquel ayudante antes de marcharse en torpes andares.